Las vacaciones de verano, Semana Santa o Navidad son periodos de muchos desplazamientos, tanto dentro como fuera de España. Además, en diciembre, con motivo de las celebraciones, aumentan los viajes y las reuniones con familiares y amistades y pasamos más tiempo en espacios cerrados, propiciando la transmisión de ciertos virus y aumentando así los contagios de enfermedades.1 En invierno son más comunes las afecciones respiratorias como la faringitis, otitis, bronquitis, gripe o neumonía, por lo que en esta época debemos aumentar las precauciones y prestar atención a nuestra salud.1,2
Las temperaturas frías extremas suponen riesgos para la salud, sobre todo en grupos vulnerables como personas mayores, personas que trabajan al aire libre, mujeres gestantes o personas con movilidad reducida, entre otras. Así lo refleja el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas 2022-2023 recientemente aprobado por parte de la Comisión de Salud Pública, que recoge las recomendaciones para proteger nuestra salud con la llegada del invierno, así como diferentes medidas preventivas dirigidas a instituciones.4
Cumplir con el calendario de vacunación es una de las medidas fundamentales para proteger nuestra salud en estas fechas1, por lo que, se aconseja consultar con un profesional sanitario de referencia acerca del calendario vacunal aplicable en cada situación.3 Mantener una buena higiene de manos, ventilar ambientes a diario y mantenerlos libres de humo son algunas otras medidas que también podemos implementar.1