Son los dos términos empleados para definir una misma enfermedad producida por un parásito (protozoo) del género Plasmodium que es transmitido por la picadura de las hembras del mosquito anófeles (género Anopheles).1,2
El destino geográfico, la ruta específica seguida, la duración del mismo, el tipo de viaje o la estación del año en que se realiza son factores determinantes del riesgo. De todos los casos de malaria más del 90% ocurren en África. Las áreas de mayor incidencia se localizan en África del oeste y África del este, seguido de Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón y África del sur. El riesgo es intermedio en el subcontinente indio y en las áreas turísticas de América latina y del sudeste de Asia. No obstante, en áreas concretas de Brasil, India y Tailandia el riesgo es considerable.3,4
La enfermedad se transmite con la picadura de un mosquito hembra del género Anopheles infectado.1,2,5,6
Para evitar las picaduras de los mosquitos hay dos medidas fundamentales y complementarias:1,5,7-10
- Evitar las picaduras de los mosquitos entre el atardecer y el amanecer, ya que estos mosquitos tienen hábitos alimenticios nocturnos.
- Consultar a su médico para valorar profilaxis medicamentosa adecuada antes, durante y después del viaje.
Al volver de viaje de una zona de riesgo se deberán tener en cuenta los síntomas siguientes: una crisis febril después de unas horas de malestar general, dolor de cabeza, articulaciones y escalofríos, para acabar con un periodo caliente con sudación abundante y alta temperatura (puede alcanzar los 40º- 41ºC).6,7,10,11
El diagnóstico precoz y el tratamiento reduce la enfermedad y previene las muertes.12